ILUMINACIÓN DE ALIMENTOS
Una buena iluminación siempre es importante en cualquier tipo de proyecto pero en el sector de la alimentación es crucial. Es debido a que debemos de resaltar los productos para conseguir aumentar las ventas de los mismos, ya que estamos trabajando con productos perecederos. Por este motivo si elegimos las luminarias incorrectas, lo único que vamos a obtener es un producto menos atractivo para el cliente y por consiguiente menos ventas. Además debemos de resaltar sobre la competencia, en la medida de lo posible. Los flujos lumínicos deben de cumplir como mínimo lo que exija la normativa vigente del sector, teniendo además muy en cuenta hasta la temperatura de color. Si elegimos una temperatura de color incorrecta, podemos incluso ocasionar daños oculares a los clientes o empleados. Por poner un ejemplo, si el tono de la luz que ilumina una pieza de carne no es el correcto, esa misma pieza de carne parecerá que no es fresca y por consiguiente de cara al cliente no será atractiva. Este ejemplo podemos aplicarlo al resto de sectores como el textil, automoción, etc. Siempre hay que delegar en profesionales del sector, para asegurarnos un resultado profesional. Otro parámetro muy importante seria el de la fiabilidad. Las luminarias aportadas al proyecto deben de ser productos muy seguros y fiables, capaces de soportar un funcionamiento intensivo ( 24h ). De esta forma conseguimos que la inversión realizada se amortice y sea rentable, con el pasar de los años. En resumen, un buen proyecto de iluminación para el sector de la alimentación debe de cumplir como mínimo los siguientes requisitos:
- Optimizar el gasto energético.
- Iluminar los espacios de forma correcta, sin sobre dimensionar la iluminación.
- Debe de cumplirse la normativa vigente del sector, respecto a los flujos lumínicos.
- Las luminarias aportadas tienen que ser de calidad, para asegurar una alta fiabilidad de funcionamiento.
- La temperatura de color debe ser la apropiada, descartando los tonos azules, ya que pueden provocar lesiones oculares permanentes. Se recomienda como máximo 5000 K. La temperatura de color debe ser la idónea y especifica para cada tipo de alimento que debemos de iluminar.
- La reproducción cromática debe ser alta y lo más fiel posible, por lo menos CRI+85. De esta manera conseguimos un aspecto más natural de los alimentos. Lo mismo ocurre para la iluminación de obras de arte.
- Una post-venta fiable y de calidad, para asegurar que ante cualquier incidencia, tendremos una solución inmediata.
Si necesita cualquier tipo de información para su proyecto de iluminación dentro del sector de la alimentación, estamos a su entera disposición.